A
propósito del Aniversario 55 del Pentathlón Femenil que se conmemoraron el
pasado 10 de Agosto, compartimos este escrito realizado por la profesora
Rosalía Delgado Zavala Iniciadora del Pentathlón Femenil de la Zona Puebla.
(Publicado en la revista conmemorativa al 50 Aniversario de la Generación
1957-2005 de la zona Puebla)
50 años
después
¡Puebla
mía! , hermosísima ciudad; según la leyenda, trazada por los ángeles; según la
historia fundada para descanso y alivio de los viajeros ; defendida valientemente
por el General Ignacio Zaragoza y los aguerridos Zacapoaxtlas. En ti Puebla
querida se han librado batallas tan importantes que han marcado el destino de
nuestra patria. Pero también se ha marcado y se ha vivido el destino de tus
miles y miles de habitantes y ahí como un punto apenas perceptible mi destino,
maravilloso destino, donde me encontré rodeada de gente buena y noble que me
guardó y cuidó como parte importante de su vida, amigos y amigas entrañables,
con los cuales compartí los inicios de mi adolescencia y juventud.
Se
preguntarán ¿dónde encontré esas amigas, amigos, mis hermanas, mis hermanos?,
en el PENTA, cinco letras que encierran la historia de la parte más bella y
feliz de mi vida.
Los
recuerdos se agolpan en mi mente y comienzo a revivir los momentos en que al
mando de nuestra teniente Tere Carral recorríamos la cancha de San Pedro , (hoy
el Museo de arte Virreinal) practicando el paso de parada, el paso de ganso,
para lucir maravillosamente en el desfile del 5 de mayo; que sorprendente resultaba
ver a ese grupo de féminas adolescentes marchando hombro con hombro , alma con
alma, disfrutando y compartiendo los aplausos con los gallardos y jóvenes
compañeros que en traje de gala arrancaban los suspiros y gritos de admiración
de las chicas casaderas; como en una película retrospectiva me veo en las
clases de defensa personal a cargo del teniente Samuel Rodríguez Lagos “El
Gato” ,( por sus hermosos ojos) y como cariñosamente lo llamábamos, y que decir
de las clases de esgrima impartidas por el muy querido y Guapísimo Capitán
Jaime Domínguez Torres, las palabras de aliento, estímulo y rectitud del
imponente comandante Jorge Romero Vargas, el carácter indescriptible, pero
firme y fuerte del Subteniente Primitivo Osorio y el cobijo del cariño incondicional
del Teniente Rubén Villegas Tovar, y así podría mencionar una a una, uno a uno
de mis queridos hermanas y hermanos, lo más importante, lo que me ha marcado
por siempre y para siempre, es la formación espiritual y de carácter, la
disciplina, la lealtad, la honradez y la honorabilidad gravadas en mi
conciencia, en nuestra conciencia por siempre, y que ha regido mi vida,
nuestras vidas.
Este
tesoro acumulado durante todos esos años de aprendizaje y experiencias
maravillosas es el legado que he transmitido a mis hijos y que a la vez estoy
segura transmitirán a sus hijos, es el tesoro que nunca se acaba porque es un
legado divino y así como todos estos principios han prevalecidos y me han
sostenido así siguen siendo uno de los pilares más importantes que sustentan mi
vida porque siguen vivos en mi alma en mi espíritu y en mi corazón.
Sé también
que ante las dificultades que se me han presentado y en las que en un futuro la
vida me presente, siempre estarán grabadas en mi alma y en mi mente las
palabras que con afán y ahínco repetiré “Podremos hacerle frente a toda la
adversidad”.
Pentatlón
Deportivo Militarizado Universitario te amo como amo a mi suave Patria porque
tú me enseñaste a amarla.
Profesora
y Licenciada
María
Rosalía Delgado Zavala